Gran temporal y "amigos telefonicos"

Son las 23:30 Hs del día domingo, si hasta hoy pensé que había presenciado un temporal, me equivoque. Imagina cuando apoyas la cabeza en la ventanilla del “Bondi” y el mismo se para en un semáforo y empieza a regular ¿imaginas el vibrar del motor y como tiembla? ahora imagínalo en toda la casa; Imagina cuando un lavarropas empieza a centrifugar y apoyas las manos sobre él ¿imaginas el vibrar?, ahora imagínatelo en toda la casa. En éste instante estoy escribiendo y la notebook no deja de moverse ¡increíble! Hay vientos de 100 Kms y si bien ya hemos vivido vientos de la misma magnitud, esta vez viene con mucha nieve. No se puede ver ni a 10 metros. La nieve se nos está metiendo por la puerta y por la ventana, obvio que en pocas cantidades. Estuvimos viendo un par de pelis en el living y sentías que al otro lado de la pared, tenias una fábrica metalúrgica con todos su maquinaria en actividad, jajaja.
Cambiando de tema, ayer me llamo un “amigo telefónico” que poseemos en la base. Son dos: Ricardo(60 Años) y Julio( 76 años ). El que llamo fue Julio ¿Porque digo “amigo telefónico”? porque son dos personas que no conocemos, pero año tras año se encargan de llamar periódicamente a las distintas bases. Para apoyar desde la distancia, para motivar y/o alentar, para conversar intercambiar ideas, y sé que también, para apaciguar su soledad. Entonces me puedo poner a pensar: pobre gente como le ha llegado la soledad, en cambio decido darle el mayor de mi respeto. Por la manera heroica que enfrente a la misma, porque sin conocerte y sin ninguna obligación te llaman por tu cumple o por el día de tu profesión, porque aprendes, siempre aprendes de todas la personas, pero en mayor cantidad de la gente grande, Pensar que algunos boludos de mis compañeros no lo quieren atender o lo evitan. Cuan diferente seria este mundo, si aprendiésemos de estas personas e intentaríamos relacionarnos con desconocidos, sin pedir nada a cambio y por un simple hobby. A julio le prometí unos mates de domingo, vive en un pueblo cerca del mío, es una humilde manera de devolver su gentileza ¡y lo prometido es deuda!! Dejo una foto del temporal, que saqué desde mi ventana.