El programa de radio

Anoche, a eso de las 00Hs del día de hoy, me llamo mi primo, el del programa de la radio y como habíamos arreglado en la semana me hizo salir al aire. Junto a sus compañera “Adri ” me entrevistaron, debo reconocer un par de cosas.
Primero: nunca había salido al aire en ningún programa de radio y menos como entrevistado; y eso que en mi época de “pendejo” estaba de moda llamar a la radio y pedir temas al aire.
Segundo: mientras duró la entrevista estuve nervioso como si fuese a dar mi primer beso, un boludo total, jajaja.
Tercero: entendí porque la gente cuando debe agradecer o mandar saludos en vivo; tiene una lista o no da nombres específicos ¿porqué? Porque siempre se olvida de alguno. En mi caso anoche me olvidé de mandar saludos a una personita que la adoro ¿ que pasó? Corte la comunicación y vino reproche por chat, jajaja, “cosas que pasan ” diría Nito Mestre.
Tercero: estuvo muy copado, difundir, aunque sea un granito de arena, toda esta “movida” de lo que es La Argentina Antártica. Preguntaría ¿cuántas bases Antárticas se conocen? Yo particularmente hasta hace apenas un año solo conocía Marambio, bueno les comento que hay un par más: Belgrano II(en la que me encuentro), Esperanza , San Martín, Orcadas, Jubany, todas estas se las conoce como bases de invierno, porque hay gente en todo el año. Luego están las de verano: Brown (la más visitada por turistas), Matienzo, Primavera, Cámara, Melchior, Petrel, Decepción. Éstas están ocupadas desde Octubre hasta principios de Marzo, aproximadamente. A quien le interese en la Web de la Dirección Nacional Antártica se puede encontrar mas info:
http://www.dna.gov.ar
En una parte me cargó mi primo, con los lujos que teníamos, por ej, LCD, Playstation. Tenemos la posibilidad de tener internet, básico, pero internet al fin, también poseemos teléfono. Entonces eso me lleva, inevitablemente, a pensar cuan duro ha sido la invernada años atrás. Con una mínima posibilidad de comunicación, la radio.
Están casi todos casados y con hijos, antes de irme me tomaré un tiempito para entrevistar a un compañero y que me cuente como es la Antártida como padre y esposo. Comentan algunos compañeros, en esas épocas donde la única comunicación era la radiocomunicación, que lo más económico y redituable, era comprarle a la familia que quedaba, un equipo de radio; le grababa la frecuencia en donde se trasmitía desde las bases y al estilo radio-operador, remisero o como se imaginen, se comunicaban.
Volviendo a lo de anoche, es increíble como una actividad fuera de la rutina te renueva, y en mi caso particular muchísimo. Escuchaba el programa de radio, tirado en el living en el sillón de dos cuerpos, con la notebook en la mesa y puesto los auriculares para que nadie se despierte ( nuestro día comienza a las 7.30, si no hago ésto algún compañero se levanta y me mata por el ruido, jajaja) y tuve la linda sensación de estar cerca de mi lugar natal, ¡¡reconfortante!!
Hoy, al levantarme ¡amanecer hermoso! con nubes como me gusta. ¡Como es el cuerpo! que al sentirte súper bien donde estas o no tener ninguna clase de estrés (esa que te genera la gran ciudad ) me acosté a las 2am y me levanté como si nada a las 7am. A la mañana me puse a llevar un par de cosas a “la cueva”. La cueva es propiamente dicho una cueva, se encuentra a 500 metros de la base y esta por debajo del hielo. En ella se encuentra un pequeño museo, la capilla, se guardan cosas que no se usan comúnmente, cosas para replegar (devolver al continente), y es el gran freezer gigante de víveres. Tiene aproximadamente un largo de 300 metros con varias bifurcaciones y caminos. Hoy se ve que me levanté con ganas de escribir, jajaja. Dejo unas fotos de la cueva, es increíble como se refleja la luz del sol, en esas profundidades.