lunes, 17 de octubre de 2011

Nieve, nieve, nieve

Nieve, nieve, nieve, al fin nieve. Si, llego la nieve que tanto estuvimos esperando. Estuvo nevando, muy fino pero continuo durante más de una día, con esto mas la ayuda de la inexistencia de fuertes vientos fue suficiente para que se acumulara poco mas de 3cms de nieve, ideal para tener una buenas esquiada. Me levanté el domingo a las 9:30Hs, me costó mucho, no voy a mentir (a pesar que me iba a esperar un día de esquí). EL día estaba nublado y frío (-24,6°) pero bueno, esta nieve la estuvimos esperando todo el año ¿Días similares, vendrán más adelante? No sé, quizás sí, pero no podemos darnos el lujo de dejarlo pasar, sabemos que es muy probable que nunca volvamos a este lugar. Entre las preparaciones terminamos saliendo a las 10:30Hs. A medida que íbamos acercándonos al glaciar donde queríamos esquiar, más nos dábamos cuenta de la acertada elección. Llegamos y para nuestro querer, el cielo comenzó a despejarse, la frutilla del postre. Particularmente me volví cerca de las 13:30Hs, había perdido mucho calor en los pies. Mis compañeros se quedaron hasta las 15Hs. Llegue exhausto ya que los chicos se quedaron en el glaciar con la moto y yo me vine andando es esquí, pero bueno ¡quien te quita lo bailado! Luego tarde de Play, casi salgo campeón, solo casi, jajaja. Lo bueno de estas salidas, no es tanto el esquiar, si no , romper la rutina, compartir con compañeros las carcajadas de verlos caer, o que te vean caer envueltos en la nieve. Hay una realidad, esta es una gran familia y como toda gran familia, hay roces. Y los roces a veces llegan a generar presión limitando así el comportamiento de algunos. En estos momentos, todo eso se borra, las risas y las actitudes son tan naturales y desprejuiciadas, que te llevan al filo del infantilismo, pero que importa, para esos son estos días, luego vuelves la base, pero renovado y con una sonrisa de oreja a oreja. No es mi caso, pero debo reconocer que lo he visto en muchos compañeros, sobre todo en aquellos que se le hace muy difícil hablar las diferencias. A la noche una buena picada, Peli en grupo y así se nos fue el domingo. Hoy para arrancar la semana, un día hermoso, a puro sol. Una semana más que comienza, una semana menos para el final.

sábado, 8 de octubre de 2011

Picadito bajo un sol radiante

¡Que lindo sábado! Un poco baja la temperatura,-17°, pero un sol caribeño de los mejores. ¿Y que no podía faltar? Razonable metros cuadrados de suelo con nieve, dos tachos naranjas opuestos y distanciados razonablemente, redonda y 4 tipos, dos en cada grupo, ¡si, salió picado! Recuerdo que hace algo así como 3 meses que realizamos nuestro primer contacto con la pelota, un picadito que se terminó transformando en un fútbol tenis. Pero hoy, hoy si se armó el primer picado oficial de año. El clima lo prestaba, corrimos como locos, a punto de sentir que los pulmones salían por la boca. Me toco ganar, 6 a 3, terrible baile le dimos, jajaja. Hoy a la tarde mepa que se arma otro más grande, era cuestión de que unos pocos arranquen, para que se prenda el resto. Sé que parte de la energía ésta salió de ayer, que vimos pasar la primera bandada de petreles, algo así como 30, parece mentira lo que genera unas simples aves. Sentimos algo parecido al marinero al ver la costa después de meses en alta mar.Todos como nenes, firme en la ventanas, viendo el recorrido que éstos realizaban. Estaban como sondenando el lugar, en verano solo quedan entre 6 y 8 Petreles de Wilson. Ya he comentado miles de veces que lo particular de acá es que lo único que vemos son glaciares, hielo y mas glaciares. En fin, llegan nuestros únicos compañeros de verano, señal del fin de los temporales.
Luego de todo ésto, al almuerzo. Y como no podia faltar, la cargada. Con mi compañero de equipo esperamos a proposito llegar tarde al almuerzo.En medio del silencio de comedor y cuando todos se encontraban sentados en sus lugares irrumpimos en el medio del comedor, flameando una bandera al ritmo del clásico "dale campeóoon, dale campeóoon.." jajaja, una manera de alegrar el día. A pesar de las diferecias que a veces se generan entre algunos, con una joda así, no hay quien se resista a una carcajada seguida de una broma a los perdedores. En cuanto a mi comppañero de equipo y yo, nos ganamos una par de enemigos en la cancha, jajaja.A esperar los desafíos.

jueves, 6 de octubre de 2011

Dolores de cabeza. En la curva anterior a la recta final.

Basta de encierro. En estas últimas semanas debido a los temporales estuve bastante tiempo adentro, ese encierro ayudado con que nuestra calefacción es alimentada con GOA (gas oíl mesclado con anticongelante) me está matando la cabeza. Estar dentro de un ambiente viciado a la larga te infla la cabeza como una piñata. Somos varios que estamos así. Excusa perfecta para retomar las caminatas o corridas al aire libre sobre los glaciares. Debo reconocer que, no sé si por el tiempo permanecido, pero hay días en que la fiaca se adueña completamente de mi. Tanto así como para clavarme a veces una siesta de 3.5Hs. En fin son solo días. Estamos en el final y la verdad que se palpita y mucho. Semanalmente llegan nuevos informes o directivas de cómo va a ser nuestro supuesto relevo con sus respectivas fechas y horarios. El regreso se siente, o por lo menos yo lo siento. Al punto de mirar el horizonte, el paisaje y me da esa cierta melancolía. Sé que es un lugar al que posiblemente no lo vuelva a ver en mi vida y saber eso, mierda, así sea una piedra que la viste durante todo el año, se siente feo. Pero bueno, quien te quita lo bailado como dirían algunos. Saber esto en contraposición me da mucha energía de aprovechar al máximo el día, ayuda mucho, sobre todo los días en que la fiaca se adueña. Como dijo un compañero, sentimientos desencontrados. Por un lado, el grupo, las peleas, las reconciliaciones, los festejos, este paisaje, este lugar mágico, único, casi de cuentos o me atrevo a decir que ni en cuentos, porque no creo que haya habido algún escritor, eso de los grandes y los de no tan grandes, que haya inventado un cuento, luego de haber vivido aquí. Volviendo al sentimiento desencontrado, por el otro lado tenemos la civilización, y si, como la gran mayoría soy bicho social, y sé que en esa civilización voy a volver a ver a la familia, a los amigos, al el kiosquero de la vuelta de casa, ese con el que colgamos charlando a veces al comprar una birra un viernes por la noche, a la señora verdulera que cada tanto, cuando anda de buen humor, me regala alguna que otra verdura, al chofer del bondi, ese que tomaba todas los mediodías, al peatón que todas la tarde veía en la misma esquina, que ni él sabe que existo, en fin, vuelvo a ver la City que tanto me gusta.
Así se siente la última curva, hacia la recta final.