sábado, 25 de junio de 2011

Bautismo

Hoy me hice antártico. Si bien uno comienza a hacerlo el 21 de Junio, hasta no tener el bautismo, no se es realmente. Nosotros por laburos de la semana lo tuvimos que postergar para el día de hoy. No recuerdo si ya comenté, pero la verdad que el hostigamiento del corte de cabellera, de otras partes del cuerpo, viene desde hace meses, en fin, llego el día.
Llamado por teléfono a las 12Hs, todos los neófitos nos tenemos que presentar, a las 14Hs abrigados con ropa vieja en el taller de instalaciones. La cabeza empieza a “caminar”, te empiezas a preguntar: ¿qué carajos te harán? ¿Por qué pidieron ropa vieja? Tu mente no para. Se hacen las 14:02 te estás abrigando, un compañero neófito te llama por teléfono y te pide por favor que llegues, que no te demores. Cortas el teléfono, sales corriendo en ayuda y terminas de abrigarte camino al taller. En la puerta : 5 antárticos, algunos en la mano tienen el “amansa loco”(una especie de chorizo de trapo), te gritan, te hostigan, lo único que alcanzas a escuchar, es que entres de una al taller de instalaciones, entras, la luz apagada, todos lo antártico se meten con vos y comienza la “ecatombe”: forcejeos, empujones, sentís el “amansa loco por tu espalda”, por ahí escuchas una voz conocida, otro neófito, no estás solo, están todos ahí. Caes al piso a causa de la nieve que hay dentro, te resbalas, agarras a uno de las piernas y lo tumbas, fin de la “ecatombe”. Lo antárticos se retiran, prendes la luz, y si, efectivamente estás con vos, los cinco neófitos. La tranquilidad dura solo una pausa. Comienzas a preguntarte con tus compañeros si alguien sabe algo de los que nos va a dar. Sin ninguna idea. Tu cabeza sigue caminando. Comienzan algunas guerras de nieve, desde tu guarida el taller de instalaciones y afuera. Luego de esas guerras, pausa, y reclaman al primer neófito. Nos preparamos, le damos el pésame a nuestro compañero, y de una empujón con muchas energía sale corriendo hacia afuera. Afuera lo esperan no menos de 5 antárticos, le tiramos piedras de nieve, como si pudiésemos apaciguar un poco la “amansada” que le van a dar, en vano, se lo llevan al al taller de al lado. Y comienza lo peor: gritos, ruidos de maquinas de cortar pelos, de tijeras, mas gritos, mas ruidos de amoladoras, de cierras, en fin, una locura, tu compañero que pide: “por favor…”, “los huevos noooo..” y cosas de ese tipo. En fin uno a uno nos van pasando hasta que llega tu turno. Sale, le haces un tacle a uno, lo tiras, pero vos también caíste al piso ¡a la nieve! comienzan a meterte nieve por todos lados, te meten en el taller, te agarran un mechos de pelo, te comentan como te van cortando el pelo, te muestran tu pelo. Ya estás resignado, te dan con el amansa loco, hasta más no poder. Uno grita: -“bueno listo llevémoslo”. Te cargan en un trineo, enganchado a la moto y mientras uno salta arriba tuyo para retenerte, los otros meta nieve y amansadas, llegas a la cueva. Ahí te esperan otros antárticos, te meten en uno de los pasillos de la cueva, y te siguen dando amansadas. Te dejan, se van a buscar a tus otros compañeros, escuchas gritos de todo tipo. Le están haciendo el toque de muerte, uno a uno, hasta que llega tu turno. Te escondes, como si fueras a resguardarte por el resto de la invernada, solo lo demoras unos minutos. Te encuentran, te llevan. Te amansan incluso tus compañeros, neófitos, que luego del toque de muerte, ya dejaron de serlo, ahora son un antártico mas, entonces, llegas al trono, te espera Neptuno: dicen unas palabras, te dan de comer una galletita diversión horrible, luego un fondo de wisky
Ahora sos antártico, termina la osadía, el sufrimiento, los nervios, “la comida de coco”. Y viene lo más lindo, las fotos, las jodas, y la unión al clan a la fraternidad. A la noche nos espera lo formal, la entrega de diplomas, la cena, y la parte emotivas. Doy gracias por haber vivido este bautismo, y sobre todo por la buena onda de todos.
Llegó recién de la cena, muy emotiva, recibimos el tan ansiado diploma de antártico. Listo, estaremos asegurados por la próxima venida a éste tan majestuoso DESIERTO BLANCO.
Comimos una entrada de fiambre, plato una pavita rellena, brindis, entrega de diploma, y luego a la diversión: música y a tomar algo.

2 comentarios:

  1. sebita!!!!!! que pelo!!!! que barba!!!!! les voy a mandar la foto por mail a los chicos!!! te mando un besote y todos te extrañamos mucho.
    cuando vuelvas hacemos joda en casa (despues de ir a chivilcoy, obvio) jajajaja

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  2. jajaja, Annie obvio sale lechon en el pueblo!!! ;), luego Arroz azafrano, in your house ;)

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