miércoles, 11 de mayo de 2011

Yirando por ahí

Me levanto; me lavo la cara, los dientes; no me peino (nunca lo hice); miro el reloj, son las 16hs; decido salir; salgo a la calle, cierro la puerta; miro la plazoleta, la de enfrente de mi casa, comienzo a caminar; no se escuchan autos, es un día domingo. Llego a plaza congreso, la cruzo; avisto a dos linyeras, se “cagan de risa”, están felices; una pelota me pega en la pierna, un niño viene hacia a mí, se la alcanzo. Llego a la Av. Callao encaro por la vereda, algo interrumpe la paz dominguera porteña, observo: “el 60”, lo contemplo, pienso…se me escapa una sonrisa. Sigo por Callao, doblo una cuadrita por Av. Corrientes para el lado del centro; escucho tango en una librería ¡las de los descuentos!; leo, relojeo un poco; la contemplo, pienso… se me escapa una sonrisa. Me vuelvo para Callao, camino hasta Av. Las Heras con aire de turista, me sorprendo por todo, lo contemplo, pienso…se me escapa una sonrisa. Continúo hasta Av. Pueyrredón, me siento en un café; llega el mozo, le pido una lágrima; observo enfrente: plaza Francia, la contemplo, pienso… se me escapa una sonrisa. Llega la lágrima, mientras la tomo, me pongo los auriculares: Tanghetto; pienso en mis días antárticos…largo la carcajada; los que pasan me miran como si fuese un loco ¿acaso importa?
PD: y si, cada tanto se dispara “el extrañar”.

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