Somos Argentino y una de las cosas que nos caracteriza es la pasión por el futbol, nos las arreglamos para inventar una canchita en cualquier lugar. Este domingo hicimos la previa para ver como responden nuestros cuerpos, en el galpón donde se guardan todos lo móviles armamos una canchita de futbol tenis y a la acción. -20° de temperatura, las barbas congeladas, pero eso no impedía que cada pelota se jugase como la final del mundo, si otra característica; a casi nadie le gusta perder, y menos al fútbol, jaja. Luego de unos bifecitos a la criolla hechos en la salamandra gigante que tiene el carpintero, pinto el “fulbito” dos horas cagándonos de risa, luego: siesta eterna hasta la picada de la noche.
Si bien el “doc” nos había comentado sobre el cambio en nuestro cuerpo en la noche polar, es increíble tenes ganas de hacer “fiaca” todo el día. El secreto: ni bien sentís el pequeño estallido dentro de tu cuerpo de hacer algo, ni lo dudes, aférrate a eso, y arranca a la actividad, si te das tiempo de dudar, listo perdiste. Resta mucho para que pase la noche polar, a meterle pilas.
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