lunes, 18 de julio de 2011

Larga noche polar

Bueno, semana media tristonga. EL sábado perdió la selección Argentina, quedamos afuera de la Copa América en casa. Dicho día, no hubo energía para nada, terminó el partido, cenamos, y cada uno se encerró en su cuarto, poco ánimo. El viernes, una cosa relevante que me paso; trabajando con adhesivo de contacto (mucho lo conocen como “cemento de contacto”), pegando un suelo de goma, por estar inhalando todo el día dicho pegamento, me pegó un poco. A la noche no tuve muchas ganas de comer, algunos dolores de cabeza y nauseas, garrón. Me acosté temprano, y al otro día como nuevo.
Uno se pone a pensar, y parece mentira que ya hayan pasado 6 meses y un poco mas también. A algunos compañeros, ya la nafta comienza a vaciárseles, tienen momentos con ganas de irse, pero bueno, son momentos que se disparan, luego todo vuelve la normalidad. Noche polar, trabajo de 8 a 13, siesta de 14 a 15, trabajo de 15 a 18, y luego recreación individual. Algunos boludean en la red, otros leen, otros van al gym, y asi de una manera u otra, la noche se ira pasando. Muchos dicen que después de la noche polar, el tiempo pasa fugazmente, veremos. Por lo pronto, seguiré disfrutando de cada noche, de cada luna, de cada estrella, de cada aurora, de cada temporal (aunque esto implique, al día posterior, sacar toda la nieve de la puerta del parque automotor, y si, es un dolor de bolas.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario