martes, 23 de agosto de 2011

Video-conferencia con los de siempre

Resumen de la semana: como ya comenté tenemos cada vez más claridad, y con eso más ganas de hacer actividad afuera. Con algunos compañeros estamos saliendo a correr por sobre los glaciares, al mediodía. Con el increíble paisaje que tenemos créanme que es imposible no salir a trotar o por lo menos a caminar. Alejándote de la base al punto de no verla más, ahí, en ese momento, vuelves a retomar la conciencia de lo pequeño que somos con respecto al inmenso y majestuoso paisaje que nos rodea. Y al ver eso me recuerda el primer día que llegué a la base, recuerdo que la primera impresión al bajar del helicóptero, me dije-como carajo voy a hacer para acostumbrar mí vida, de mi próximo año, en éste pequeño lugar (Recuerden que ya había flasheado lo pequeña que era la base, en relación al desierto en donde estaba inmersa) Y ya ves, somos bichos de costumbre. Y no solo te acostumbras a vivir, si no que ese diámetro de la base de unos 200Mts, ya no te parece tan chico. Ya lo dijo Einstein, todo es relativo. Supongo que debe ser la seguridad del humano de controlar el contexto donde nos encontramos. Pero luego pasa el invierno y con él llegan las patrullas, las caminatas, lo reconocimientos de terreno y ahí, nuevamente te das cuenta lo pequeño que SOS y en donde estas. Para algunos el ver esto, no les “copa” tanto, es por eso que ni siquiera quieren salir de la base, se limitan a los trabajos externos y luego todo el día en sus habitaciones, perdiendo o no, el tiempo en la red. Quizás porque extrañan, quizás por el frío, quizás por esa sana costumbre de querer controlar el contexto donde nos encontramos. Yo opto por salir a correr, a tirar el boomerang, a esquiar, a realizar culo-patín, a tomar fotografía. Y con ello a perder calor, a ganar frío, a recuperar el calor, a volver a ganar frío, a congelarte las orejas y putear, a padecer el ardor de las yemas de los dedos a causa del clima, que más da, de eso se trata ¿verdad? De sentir. Y con esto no quiero que piensen que somos unos mártires, jajaja, todo lo contrario. Todas esas sensaciones solo las sientes, al estar dentro. Recuerdas que ocurrieron, pero mientras ocurrían pasaban a segundo plano. Tu preocupación más importante era que el boomerang vuelva y no se lo lleve el viento a un grieta; tu preocupación más importante era mejorar la técnica de sky pero no sobre nieve, si no sobre hielo, jajaja, con lo que eso implica; tu preocupación más importante era hacer el mayor culo patín sin romperte el “tuge” con el hielo; tu preocupación era lograr congelar en un toma eso que sientes al ver el paisaje; tu preocupación era contemplar el sol en el horizonte, y recordar que no lo tuviste durante 4 meses.
EL sábado video conferencia con la gente linda, esa gente que lo único que te saca al verlos, son risas, carcajadas y hasta un lagrimón de emoción. La primera que recibió la llamada fue Marucha (con ella habíamos organizado la videoconferencia en secreto para la vieja, ya que no me veía desde Marzo) luego apareció la vieja y entre nudos en la garganta y lagrimones logro saludarme, cosas que reconfortan. Luego de éste saludo emotivo, apareció la banda. Esos que alguna vez te vieron llorar por una pelea con tu hermano, o con la cara llena de barro (claro habíamos estado jugando al fulbito toda la tarde debajo de la lluvia); esos que te vieron correr y que detrás te seguía la vieja con el cinto, jajaja, ésos, LOS DE SIEMPRE. Kechu, Lulú,, El Yeye, EL Gallo, Vale, Pepo, Stefanito, Enzito, Sasi, Maru, Lau, Flor, y alguno que seguro que me olvidé, y sí, claro, la banda de agranda, porque el tiempo pasa y aparecen las novias, los novios y hasta los BBs. La idea era charlar solo un rato (la red no nos permite comunicarnos mucho de ésta manera), pero ya ves, es imposible con ellos, solo un rato. Luego de la llamada, continué con el totín, pool y cartas, nuestro sábado habitual.
Dejo unas fotos de donde solemos salir a correr y del sol naciente.



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